El Hundimiento
Si no fuera un tema ya tan trillado, habría tenido la aceptación de obra maestra esa especie de obra de teatro (se desarrolla casi en su totalidad en un bunker) dirigida por Oliver Hirschbiegel (estos días en pantalla con una cinta más yanquee, 'La Invasión') pero sobre todo interpretada por el mismísmo Adolf Hitler, esto... por Bruno Ganz, que clava de tal forma las diatribas y explosiones de ira del furher que por un momento crees que estás ante un documental.
Lo que más me impresionó fue la gran noción del honor de todos los alemanes que desfilan por la cinta, cada uno a su forma, todos saben que su líder ha perdido el norte, que está equivocado, que no hace más que mandar órdenes a divisiones que no existen, pedir ayuda a una Luftwaffe de la que sólo quedaban palomas mensajeras... Pero que cumplen sus órdenes a rajatabla. Un hombre en el que cohabitaban un caballero en el trato personal con sus asistentes, pero un verdadero demonio en todas sus acciones políticas y militares ('de lo que más me enorgullezco, es de haber acabado con los judíos en alemania'). Y tan a gusto que se queda.
50 millones de personas perdieron la vida por la idea que una sola persona tenía de lo que el mundo podía ser el el futuro, pero las muertes que a uno no se le van de la cabeza son las de los 5 hijos de Goering, envenenados por su madre para que no vivan en un futuro sin nacional socialismo. Ahí tuve que parar el DVD y ponerme un trago.
Quédense con estos extractos de la excelente interpretación de Bruno Ganz.